El enrejado del mantón: artesanía de Cantillana
Este trabajo se lleva a cabo desde muy antiguo, existiendo constancia de varios talleres en el siglo XIX que se dedicaban a la realización de enrejados de flecos de seda para los preciosos y coloristas mantones de Manila.
El enrejado es una de las características más importantes del mantón; consiste en un dibujo a base de nudos expertamente formados manualmente con los flecos previamente urdidos en el mismo mantón. Existe un nutrido repertorio de enrejados, cada uno con nombre propio desde el más sencillo llamado jazmín, hasta el más complejo conocido como almendrón, pasando por otros como maría, bomba, batea, piña, alegría, etc.
Hoy día son muchas personas las que se dedican en Cantillana a la confección de estos enrejados, siendo aún habitual la característica imagen de mujeres sentadas en las puertas de sus casas urdiendo y enrejando las sedas del mantón, labor que las mujeres cantillaneras, de madres a hijas, como si de una herencia familiar se tratara, han aprendido a realizar con paciencia y constancia durante generaciones.
En la actualidad, la promoción de esta mano de obra totalmente artesanal se debe a la posibilidad de utilizar el enrejado en otras aplicaciones como bolsos, vestidos, pañoletas, bufandas, colchas, cortinas, etc., lo que nos da una idea de la gran variedad de usos que posee esta artesanía.
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